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LA TEXTURA DE LOS DÍAS

 

Destaca la expresión de las emotividades del cuerpo humano representadas desde el interior de sus órganos.

En nuestro interior fluye agua, grasa y sangre, una maraña de misterios que motiva la búsqueda de la percepción y la contemplación humana: los anhelos, odios, amores, pasiones, en contacto sensorial con el mundo, con la otredad o con aquello que nos rebasa.

Esta parte de la obra muestra cómo percibo la vida.

Según Michael Sims, es a través del cuerpo que el mundo nos toca.

 

FRAGMENTOS POÉTICOS

 

Probamos frutos, saboreamos whisky, las moléculas sólidas y líquidas nos acarician la lengua.

Las ondas sonoras de la música hacen vibrar nuestros tímpanos.

Los receptores nasales perciben del perfume las partículas que flotan en el aire.

La energía de los fotones excita el ojo al observar una puesta de sol para permitirnos disfrutarlo.

Palpar o acariciar texturas lisas o abstractas nos hace sentir en la piel el entorno que nos envuelve llevándonos a recorrer el mundo entre su pureza o en sinestesia.

Cada zona del cuerpo rememora su pasado de manera diferente.

CORPUS NATURA

 

En el tratado de las pasiones del alma, Descartes propone una clara distinción entre tres categorías de percepción, las que relacionamos con los objetos fuera del cuepo y de nosotros, las que relacionamos con nuestro cuerpo y las que relacionamos con el alma. 

Son las pasiones del alma las que representan el estado intelectual, su fuerza, sus acciones, sus representaciones y sus conceptos lo que se distingue por sí y nos hace concientes de nosotros mismos.

Estos discursos del alma y la conciencia nos llevan a reflexionar en torno del cuerpo y la natura, en su exploración interior y exterior, lo que nos es visible y lo que por esquemas conocemos de nosotros.

El hombre y el mundo se representan desde su estado corporal biológico.

De forma abstracta nos adentramos en el interior de un espacio, en la intimidad de las cosas.

 

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